En el contexto universitario, la integración de prácticas ecológicas puede desempeñar un papel crucial en la promoción de un estilo de vida sostenible. En este sentido, el consumo de frutas y verduras de temporada durante el mes de diciembre no solo contribuye a la salud de los individuos, sino que también tiene un impacto positivo en el medio ambiente.

La ecología, como disciplina fundamental, busca entender las complejas interacciones entre los seres vivos y su entorno. Al incorporar este enfoque en el ámbito universitario, las instituciones educativas pueden fomentar la conciencia ambiental entre los estudiantes. La elección de consumir frutas y verduras de temporada se alinea perfectamente con estos principios, ya que impulsa la producción local, reduce la huella de carbono asociada con el transporte de alimentos y promueve la biodiversidad agrícola.

Diciembre, marcado por festividades y celebraciones, a menudo conlleva un aumento en la demanda de alimentos. La decisión de optar por productos de temporada no solo respalda la sostenibilidad ambiental, sino que también puede inspirar cambios significativos en los patrones de consumo. Las universidades, como centros de aprendizaje y agentes de cambio, pueden liderar este esfuerzo al educar a sus comunidades sobre los beneficios ambientales y nutricionales de consumir productos frescos y locales.

En este mes, las frutas que destacan por su abundancia y calidad son las naranjas, mandarinas, y pomelos. Estas cítricas opciones no solo añaden un toque refrescante a los días invernales, sino que también son ricas en vitamina C, fundamental para fortalecer el sistema inmunológico en la temporada de resfriados y gripes.

En cuanto a las verduras, diciembre nos brinda una variedad de opciones que se adaptan perfectamente a las comidas festivas. Las coles de Bruselas, por ejemplo, son alimentos ricos en fibra y nutrientes esenciales. Las puerros y nabos son raíces que alcanzan su plenitud durante este mes, ofreciendo una base versátil para sopas, guisos y platos asados. Además, las espinacas y las acelgas aportan un toque de verdor a las preparaciones, complementando la variedad de sabores y texturas en la cocina de diciembre.

Desde el SADUS, os ofrecemos esta opción para contribuir positivamente en el medio ambiente durante este próximo mes. ¡¡Felices fiestas!!